Ciberseguridad - Parte 2: Riesgos, Brecha digital y Ciudades Inteligentes

Como ya comentamos en la primera parte de este articulo, la ciberseguridad en el mundo actual es más importante que nunca. La adopción de nuevas tecnologías como el Internet de las cosas (IoT) y la inteligencia artificial (IA) ha permitido avances significativos en eficiencia y desarrollo, pero también ha abierto la puerta a una serie de riesgos y desigualdades, pues a medida que más y más personas utilizan dispositivos conectados a Internet o utiliza las tecnologías emergentes, los datos se vuelven más vulnerables a los ataques cibernéticos, y los ciberdelincuentes están constantemente buscando nuevas formas de robar información personal, financiera o corporativa.

Ante este escenario, fenómenos sociales como “la brecha digital”, de la cual ya hemos hablado en otros artículos (“La Brecha digital en la Educación”, "La Brecha digital y los virus informáticos”, “Analfabetismo Digital… ¿Problema de Seguridad y Salud Publica?”) y que se refiere básicamente a la diferencia entre las personas que tienen acceso y saben como usar y aprovechar la tecnología y las que no. Esta brecha puede tener un impacto significativo en la seguridad cibernética, pues aún aquellas personas que saben como usar los dispositivos electrónicos, pero que no saben como implementar medidas de seguridad y protección, siguen estando dentro de esta “Brecha”. El mismo caso de “brecha” ocurre para aquellas empresas que no tienen las medidas de seguridad adecuadas, lo que las vuelve vulnerables a los ataques cibernéticos. Esto puede provocar pérdidas financieras, daños a la reputación y violaciones de datos.

Un desafío para las ciudades inteligentes y las empresas

Derivado del avance de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) ha llevado a muchos Ayuntamientos y empresas a considerar o implementar soluciones tecnológicas para mejorar su infraestructura y enfrentar diversos retos. El libro "Cities and Technology: Building Cities in the Age of Information" (Ricart Costa, Joan Enric, Tatge, Larisa, Berrone, Pascual) se  destaca cómo las ciudades inteligentes han mejorado su eficiencia mediante tecnologías, como el análisis avanzado de datos y el IoT. De la misma manera en este blog ya hemos tratado el tema de la importancia que tendrán las Ciudades Inteligentes en el futuro (“Construir Ciudades Inteligentes ¿SIN Tecnología?”) y de las tecnologías que marcaran el ritmo del desarrollo en la próxima década (“Tendencias Tecnológicas y laborales hacia 2030 y más allá”), y son precisamente estas tendencias las que  también prenden una alerta importante sobre los riesgos asociados para cuestiones de ciberseguridad, la privacidad de datos personales y la brecha digital. Por que aunque el acceso a la tecnología ha aumentado significativamente, aún hay hogares y comunidades que carecen de acceso a internet ya no digamos de banda ancha, sino simplemente a un servicio básico constante o ininterrumpido, así como a dispositivos inteligentes de al menos gama media.

La pandemia de 2020 puso de relieve todas estas desigualdades, ya que cuando el aprendizaje a distancia, el home office y los servicios en línea se volvieron fundamentales para mantener la dinámica social, se dejaron en desventaja a quienes no tenían acceso a estas herramientas, volviendo más complicado el poder consolidar modelos como el de las Ciudades Inteligentes, que son tan necesarios cuando nos acercamos al cierre del primer cuarto del S. XXI. Y para ejemplo haré referencia a un reciente informe del Institut Cerdà, en el cual se resalta que la brecha digital sigue siendo un problema en España, lo que afecta negativamente a las empresas y la sociedad en general, y por ende para los países de América latina se vuelve un asunto casi impensable con las condiciones económico-político-sociales que históricamente se han presentado en la región. La falta de acceso igualitario a la tecnología y el escaso talento digital pueden debilitar la competitividad y la innovación, además de aumentar el riesgo de ciberataques y violaciones de la privacidad.

Enfrentando los riesgos con un enfoque innovador:

Para abordar los desafíos de la ciberseguridad y la falta de cultura digital asociada, respecto de poder construir ciudades inteligentes y servicios digitales realmente funcionales, es necesario contar con un enfoque innovador y colaborativo- Y para ello tanto los gobiernos, organizaciones civiles, universidades e instituciones de educación en general, así como las empresas y organizaciones de trabajadores, deben centrarse en los siguientes aspectos:

  • Educación y concienciación: Se debe promover la alfabetización digital y la concienciación sobre ciberseguridad, comenzando desde una edad temprana para no solo ayudar a cerrar la brecha digital, sino para fortalecer la seguridad en línea a todos los niveles.
  • Inclusión digital: Se debe garantizar el acceso equitativo a la tecnología y fomentar la inclusión digital en comunidades desfavorecidas. Este punto es critico y de los más importantes, y para ello no basta con políticas o decretos de buenas intenciones, sino a verdaderos estímulos que favorezcan el desarrollo de proyectos de desarrollo social, comercial y educativo en esas comunidades..
  • Colaboración público-privada: Para lograr verdaderas ciudades inteligentes funcionales, tanto gobiernos, empresas, universidades y demás organizaciones que ya mencionamos, deben colaborar con expertos en ciberseguridad y tecnología para fortalecer sus defensas y compartir mejores prácticas.
  • Innovación tecnológica: Apoyar a los sectores científicos y de investigación en el desarrollo tecnológico, se requiere del desarrollo de soluciones avanzadas de ciberseguridad y adoptar tecnologías emergentes como la inteligencia artificial para educar a la gente y ayudar a prevenir y mitigar ciberataques.

Conclusiones

El impacto de una mala cultura digital en aspectos de seguridad, así como la brecha digital, hacen de la ciberseguridad uno de los mayores desafíos que requieren una atención urgente y con un enfoque innovador, considerando los problemas sociales que fomentan estos fenómenos. En un mundo cada vez más interconectado, proteger la privacidad y los datos personales es fundamental para el bienestar de la sociedad. Adoptar soluciones tecnológicas avanzadas, promover la inclusión digital y fomentar la educación en ciberseguridad son pasos esenciales para mitigar los riesgos tecnológicos y construir un futuro más seguro y equitativo para todos. La colaboración entre los sectores público y privado es clave para enfrentar estos desafíos y asegurar un entorno digital resiliente y protegido.


 Concluirá en la parte 3...


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