Cuento corto: Y de las sombras... Parte 2 Presente
El cielo era claro, pero la luna no brillaba como regularmente lo hace en las historias parisienses. Aunque con la luz que irradiaban mis emociones, la oscuridad podría haber sido total, y aun así podríamos ver cada detalle de la calle. La caminata desde el bar, donde acabábamos de volver a besarnos después de ese sorpresivo reencuentro, hasta el hotel, no fue tan larga como pensé, de hecho me resultó mucho más corta de lo esperado. Y para sorpresa mía resultó que estábamos hospedados en el mismo hotel. Aunque ella no parecía tan sorprendida como yo. Hasta podría decir que ella ya lo sabía. Al llegar al hotel, cada quien pidió la llave de su habitación y tan pronto entramos al elevador, dejamos de contener nuestros impulsos y nos apresuramos a abrazarnos y besarnos con la pasión que llevábamos guardada por tantos años. Parecía que el tiempo no hubiera pasado y que nuestro noviazgo nunca fuera separado por el tiempo, ni tenido un océano de por medio. Al sonar la campanilla que indicaba