Desarrollo de Apps para redes sociales como modelo de negocio. P-2

"La libertad de expresión murió cuando lo políticamente correcto dominó las redes sociales" VJHS 

En la primera parte de este articulo, comenzamos a analizar la factibilidad de considerar el desarrollo de una App para redes sociales como respaldo a un modelo de negocio. Así que hoy continuaremos con este análisis, enfocándonos en los elementos centrales de una red social, y que importancia tiene para el modelo a definir. Por lo que comencemos donde nos quedamos, analizando si la app podría ser una buena opción de negocio. Imaginemos que ya decidimos que si es viable y factible, lo siguiente será decidir a qué redes sociales nos vamos a conectar, ¿en qué red social se mueve principalmente el sector de mercado, el público objetivo, el target de negocio al que nos vamos a dirigir? Y para ello, el estudio de penetración de Internet en México que publica la Asociación de Internet.mx, al que ya habíamos referido anteriormente, será de mucha utilidad.

Según este estudio nos dice que las redes sociales con más uso por parte de los cibernautas mexicanos es Facebook, Whatsapp, YouTube, Instagram, Twitter como las 5 principales. Sin embargo hay que notar que de estas Twitter va perdiendo poco a poco audiencia y Whastapp no permite aún conexión directa con otras app... Pero veamos primero qué es lo que podemos obtener de estas redes sociales.

Programación de API’s sociales

Las redes sociales no se manejan de la misma manera todas. Cada una tiene sus propios grupos de permisos de operación, dependiendo del modelo de negocio que esté buscando cada una de ellas. Aunque al final del día el objetivo es siempre obtener, concentrar y analizar la información particular de los usuario como individuos y las tendencias como movimiento social de comunidad, para poder determinar ciertos fenómenos colectivos y aprovechar esa información para campañas ya sea de mercadeo o de demografía o de recepción - aceptación - rechazo de un tema en particular. 

Hay evidencias de que Google pudo ser capaz de predecir brotes de gripe, asociando y analizando los patrones de búsqueda de los usuarios. Tal es el tamaño del valor de la información que  poseen las empresas de las redes sociales. Y es ahí donde radica el valor de su negocio. Las redes sociales poseen información personal y de opinión de los usuarios y para que un tercera pueda conocer esa información con fines específicos, los programadores de esas redes, diseñan aplicaciones que se conecten mediante el API (Application Programming Interface) de dichas redes y de esa manera pueda extraerse la información permitida.

Para conectarse se sigue un proceso de autenticación y autorización de permisos mediante el  protocolo oAuth (Open Authentication) y mediante HTTPS. Lo que hace que la información solo este disponible a quien se ha autenticado y que ademas sera transmitida de forma segura mediante el protocolo de encriptación adecuado. Ahora bien, no es tan sencillo que alguien saque información de una persona en particular. Primero es obligado que el usuario acepte explícitamente el compartir información con esa app. Cuando el usuario autoriza a la app, la red social le proporciona un “token” para realizar peticiones (leer  información, intereses, contactos, publicar), que se envía en el encabezado de las peticiones como parámetro en la URL protegido por HTTPS. Una vez que nuestra app ha obtenido ese token entonces deberá incluirse en cada mensaje de comunicación y solicitud que nuestra app realice a la red social. Y aquí comienzan las verdaderas restricciones, pues no todas las redes tienen los mismos permisos.

Primero comencemos por decir que cada vez que nuestra app intenta conectarse a la red social, podrá hacer uso solo de cuatro comandos específicos: GET, POST,  PUT o DELETE. Incluso el uso de estos comandos dependerá de a qué red social estamos conectándonos, pues por ejemplo, Instagram no permite a aplicaciones de terceros más que el comando GET, para leer y no permite ninguna otra acción, pues estas están reservadas para su propia app. En cambio Twitter, tendrá acceso abierto a todos los comandos, pues la información está prácticamente abierta a todos los usuarios.

Derivado de esto, y regresando a nuestra idea de tener una app como respaldo a nuestro negocio, debemos pensar que es lo que deseamos que los usuarios realicen con respecto a sus redes sociales, pues quizas subir fotos de ellos consumiendo nuestros productos, sean solo factibles para Twitter o Facebook, pues como vimos, pese a que Instagram es de las redes más usadas, lo cerrado de su API, nos impide usarla para nuestros propósitos, por lo que no tendría sentido usarla en nuestra app, a menos que nuestro objetivo sea solo mostrar una galeria de las fotos del usuarios... Todo depende de analizar debidamente nuestro modelo de negocio y determinar que redes son las mejores para nuestro caso particular.

Análisis de Sentimientos

Por lo que hemos comentado hasta el momento, el análisis y propósito de las redes sociales, como empresas, es el medir el pulso de las emociones del público respecto de un tema en particular, y para ello, las empresas de redes sociales aprovechan los modelos tecnológicos como Big Data, que les permite no solo almacenar cantidades enormes de información, sino darles un sentido lógico, según el tema en que estemos interesados. De esta misma forma nuestra app debe saber para que queremos la información de los usuarios que se conecten con ella:

• ¿Qué deseamos conocer de los usuarios?
• ¿Qué mensaje vamos a comunicar?
• ¿Qué haremos con esa información?
• ¿En qué medida el saber la tendencia de los usuarios respecto de un tema, puede aprovecharse en apoyo a nuestro modelo de negocio?

Las empresas de redes sociales utilizan algo llamado “Minería de opinión” para poder conocer tendencias de la opinión pública en un tema. Este proceso es básicamente el procesamiento de lenguaje natural y análisis de texto para identificar información subjetiva que nos permita intentar determinar la actitud de una persona con respecto a algún tema o la polaridad contextual de un documento.

La mayoría de los algoritmos que se aplican para estos propósitos, usan términos simples para identificar sentimientos acerca de un tópico o tema. Sin embargo esta no es una labor tan simple como suena, pues factores culturales, matices lingüísticos y diferentes contextos hacen difícil calificar una cadena de texto como un sentimiento positivo (+), negativo (-), o neutro. Imaginemos cuántas veces una persona se quedó sin entender el chiste, o no capto el sarcasmo en el comentario de alguien más.

Si los humanos a menudo no están de acuerdo en el sentimiento de una oración (oral o escrita), es más difícil que las computadoras lo hagan bien. Y esto sin considerar que estamos llenando nuestros mensajes con elementos gráficos para representar emociones, como son los emoticones o los Gifs animados... Y cuántas personas conocemos que dicen que no saben usar estos símbolos. Debemos considerar que mientras más corta la cadena de texto, más difícil se vuelve analizarla pues menos elementos contextuales tenemos para poder entender el significado y entender el sentido del sentimiento implícito.

Con este pequeño y rápido análisis de la dinámica de operación de las redes sociales, nuestro siguiente punto será determinar qué características deberá contener nuestra Estrategia para usar las Redes Sociales en una App como respaldo en un modelo de negocio. Pero eso lo veremos en la tercer y última parte de este articulo...

Continuará...