De la Realidad a la ficción y de regreso

“La ciencia ficción no es sólo un género literario, sino algo más: un estado de conciencia
“(La literatura de ciencia ficción) Es la crónica más fiel de nuestros tiempos y a veces también una guía premonitoria del futuro.
René Rebetez
“Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia” Arthur C. Clarke



Al igual que dice una de las frases más icónicas de la Ciencia Ficción: “Hace mucho tiempo en una galaxia muy muy lejana”, será prudente que comencemos desde el principio, y aclaremos en primera instancia que la ciencia ficción no es sólo una narrativa fantástica, en donde la ciencia debe ser parte de la trama o historia ficticia, es decir, que no es totalmente cierta, pero que, al tener a la ciencia como sustento, tampoco es necesariamente totalmente falsa… La premisa básica es la que estableció Julio Verne: Tomar un hecho científico real, imaginar hasta dónde puede llegar en la realidad, y construir una historia emotiva y fantástica alrededor de ello.

Pero, ¿Cuándo comenzó la ciencia ficción?

Desde el S. XVI la imaginación de las personas se alimentó con los constantes descubrimientos de nuevas tierras, culturas, animales, etc. derivados de las exploraciones que se estaban dando en todo el mundo. Al igual que muchos pensadores de la época, invadido por esta euforia de descubrimiento, Copérnico en 1543, comenzó a especular sobre la posibilidad de que la tierra giraba alrededor del sol y no al revés como todo mundo creía. Pero no fue sino hasta 1610 que con la invención del telescopio Galileo pudo confirmarlo.

Este hecho dio paso también a que durante el S. XVII aparecieran alrededor de 200 historias sobre “viajes espaciales”, entre las que destaca “El hombre en la luna” de Francis Godwin. Sin embargo, estas historias pese a ser las precursoras de aventuras fantásticas, no contaban con el requisito de tener mucha ciencia en ellas, sino una exacerbada imaginación y argumentos fantásticos apoyados por seres místicos, mágicos o divinos.

Fue en 1818 cuando se publicó la primera historia con aspectos realmente científicos como sustento para el arco narrativo y de manera adicional, introdujo el arquetipo de uno de los personajes más famosos de la ciencia ficción: “El científico loco” ... Me refiero a la novela de Marie Shelley “Frankenstein”. Pues la idea de que los cuerpos reaccionan a impulsos eléctricos provienen del científico Italiano Luigi Galvani. Sin embargo, la exageración de Shelley de llevar hasta la creación de vida este fenómeno por sí solo, hizo que esta historia sea considerada más como un relato fantástico de terror que de ciencia ficción realmente.

Edgar Allan Poe, fue otro de los autores cuyas historias se basaban en hechos científicos para escribir sus relatos, y por la forma de su narrativa es que sus historias tuvieron una mejor aceptación entre el público, y que fueran un poco más creíbles, es decir, les dio a sus historias algo de verosimilitud, lo que permite hacer que las historias aun con hechos inventados, sean creíbles hasta cierto punto, dando al lector la capacidad de creer que lo imposible puede ser posible. Ejemplo de esto fue su historia de cómo un vuelo tripulado en Globo atravesó el atlántico en 1844, aunque en realidad el primer vuelo real en globo transatlántico se realizó en 1978. Aunque después admitió que era una invención suya. Fue tal su efecto que la gente pensó que había sido real.

Conocido por muchos como el verdadero padre de la Ciencia Ficción, Julio Verne se basó en muchas de las tendencias científicas y tecnológicas de su época, Pues como mencionamos al principio, siempre fue una regla para él, utilizar solo conceptos científicos reales para desarrollar sus ideas. Esto le permitió que desde 1863 cuando publicó su primera novela, “Cinco semanas en globo”, sus historias captaron el espíritu de la época sobre progreso, cambio, transformación, y que no había realmente límites para lo que el hombre podría lograr mediante el ingenio, la ciencia y la tecnología, lo que al final volvió sus libros inmortales. Como ya mencione, Verne sentó además la principal característica de la ciencia ficción básica: Tomar un elemento científico real e imaginar sus posibilidades, para después construir a su alrededor toda una historia fantástica, sin preocuparse por las posibles repercusiones de lo que esa ciencia, tecnología o descubrimiento podría representar para la transformación de la sociedad, algo que resulta un elemento tan común y crucial en la ficción actual.

¿Solo historias para entretener o también para reflexionar?

Esta característica del enfoque social además del tecnológico, fue precisamente lo que permitió a H. G. Wells, desarrollar historias más complejas que las de Verne y que a la postre marcarían los principales “cliches” de las historias por venir y la tendencia a usar la Ciencia Ficción como crítica social o como herramienta para advertir de riesgos sociales inherentes a las tecnologías fuera de control… “La Máquina del Tiempo”, “La isla del Doctor Mureau”, “El hombre invisible”, “La guerra de los mundos” no solo fueron historias fantásticas, sino que además tenían el trasfondo de crítica social, ya fuera parodiando las clases sociales o los sistemas de gobierno, pero siempre enmarcando sobre todo una relación muy cerrada entre la tecnología y la guerra.

Durante el S. XIX y principios del XX, la popularidad de las historias científicas o novelas científicas dependía enteramente de las novelas. Pero a principios del siglo XX. en los Estados Unidos se comenzaron a publicar tebeos (publicaciones similares a las revistas actuales), que además de ser cortos, eran muy baratos, pues por 5C o 25C de dólar, cualquiera podía leer un capítulo de una historia serial cada semana. Es así que Edgar Rice Burroughs en 1911 cobró celebridad con la publicación serial “Bajo las lunas de marte”, donde el protagonista John Carter, tiene aventuras entre la tierra y marte y de la cual en años recientes se hizo una película "John Carter entre dos mundos". Tarzan, el personaje más famoso de Burroughs, que hoy es considerado un héroe de aventuras, en un principio fue considerado de ciencia ficción debido a la utilización de algunos descubrimientos que sobre los Gorilas gigantes se comenzaban a hacer en aquella época.

"Cientificción"

Hugo Gernsback, quien fuera un vendedor de artículos eléctricos, para ayudarse en su trabajo, comenzó a publicar una revista llamada “Modern Electrics” que contenía además de anuncios sobre sus productos, algunos artículos que describían lo que la electricidad podría hacer para la sociedad. En 1911, publicó en esta revista una historia futurista llena de predicciones de cómo la electricidad permitiría hacer cosas que antes no era posible, cómo jugar béisbol de noche, el radar, las máquinas despachadoras de dulces, entre muchas cosas, y vio a la ciencia ficción como un medio para que la gente entendiera lo que podría realizarse.

En 1926 publicó la revista “Amazing Stories” que llevaba el subtítulo de “Scientifiction” o “cientificción”, donde diversos autores de la época publicaron sus historias. Por problemas diversos de la gran depresión americana, Gernsback perdió la propiedad de esta revista y un año más tarde fundó otras dos “Science Wonder Stories” y “Air Wonder Stories” pero que por problemas de derechos la palabra “cientificción” pertenecía a su revista anterior y debió crear un nuevo término para sus nuevas publicaciones, lo que marcó formalmente el origen del término “Ciencia Ficción”.

Posteriormente John Campbell renombraría la revista “Amazing Stories” a “Ciencia Ficción Increíble” que se proponía reposicionar la ciencia ficción y dio el mismo peso a la ciencia que a la historia en sus narraciones, es decir, se planteó hacerlas más rigurosas respecto de sus planteamientos y propuestas científicas, para que pudieran ser tomadas más en serio. Y es aquí que autores como Isaac Asimov tuvieron la oportunidad de publicar sus historias de forma mucho más seria y formal. Y es de estas historias de dónde saldrían a la postre diversos cuentos cortos de robots, o de sociedades futuristas, cerebros positrónicos y por supuesto las famosas tres leyes de la robótica, que además de las novelas, han servido de inspiración para muchos ingenieros de robótica en la vida real.

De "Nerds" a "Geeks"

Lamentablemente la necesidad de generar negocio, hizo que los editores de las revistas de historietas de ciencia ficción pensando más en ventas que en las historias, comenzaron a poner en las portadas imágenes demasiado cargadas de erotismo, al utilizar dibujos de chicas semidesnudas flotando en el espacio o siendo víctimas de los más extraños monstruos y extraterrestres, lo cual por supuesto apuntaba a captar al público masculino adolescente. Este hecho aunado a la mala reputación que los intelectuales daban al género de ciencia ficción, debido al argumento de una falta de seriedad en sus planteamientos y mezcla de lo real y lo imaginario, ocasionó que estas historias fueran mal vistas y hasta consideradas inadecuadas. Lo que después hizo que solo un sector muy específico del público, se conservará como amante de la ciencia ficción, pero casi de manera oculta, siendo catalogados regularmente como inadaptados sociales. Incluso se les asoció a sobrenombres como "nerd", "freak","ñoño", etc. refiriéndose incluso no solo a los amantes de la ciencia ficción, sino a un estereotipo de personas demasiado dedicadas al estudio.

Este fenómeno social se conservó hasta principios de la década de 1990 cuando historias como “La muerte de Superman” género lo que se conoce como el "Boom de los cómics", e hicieron que los lectores y aficionados al género, salieran sin pena a comprar las historietas, dejando atrás la idea de que esas historias eran solo para niños y mostrando que había mucha literatura madura y con temas complejos, científicos, "de adultos", demostrando también en el proceso que hay incluso un gran mercado para coleccionistas que pagan miles o millones de dólares, por artículos valiosos por ser de tal o cual saga o historia

Este fenómeno no sólo revirtió la tendencia social de ocultarse o sentirse "bichos raros", volviendo al género como algo más adecuado y normal, a tal grado que gracias a ello hoy muchas personas nos auto denominamos abierta y orgullosamente como "Geeks", y que incluso la cultura de comics y ciencia ficción sea hoy tan predominante en medios como el cine, televisión, literatura y que la consuma todo tipo de audiencias, llevando a algunos a predecir el próximo término del género de superhéroes y de ciencia ficción heroica, por saturación de la misma forma que ocurrió con el género westerns a mediados del siglo pasado.

Más allá de las páginas de un libro...

Pero la literatura no es el único medio donde la Ciencia Ficción ha dado frutos y generado grandes historias. De 1896 a 1912 el mago francés Georges Méliès, desarrollo 25 cortos cinematográficos, entre el que destaca “Un viaje a la luna” inventando no solo los efectos visuales en el cine, sino el género fantástico o de ciencia ficción mismo (aunque pasarían varias décadas para que se le considerara así formalmente). Lo que evidenció fundamentalmente Méliès, fueron las posibilidades infinitas de entretener y asombrar a la audiencia con historias de todo tipo. Gracias a esto fue posible que en 1927, Fritz Lang, cineasta alemán lanzará la película “Metrópolis” y su robot “María”, considerada no solo la primera, sino la mejor película de ciencia ficción, pues fue además la primera vez que se mostraba no solo a un robot, sino un humanoide capaz de imitar la conducta humana, y que además fuera una herramienta del villano.

El imperio fantasma” fue un serial cinematográfico americano que, aprovechando la popularidad de los westerns, creó una historia de vaqueros que luchaban contra una civilización subterránea cuyos soldados tenían también apariencia robótica. El éxito de este serial, y el nacimiento en 1934 de Flash Gordon (una Tira cómica semanal en un periódico), provocó que se produjera un serial de 12 episodios basadas en las historietas, convirtiéndolo en el primer héroe reconocible de una “Ópera espacial clásica”.

Pero el cine no fue el único medio donde la ciencia ficción encontró un medio para difundirse. Uno de los fenómenos más conocidos de la historia de la Radio y de la Ciencia Ficción ocurrió el 30 de octubre de 1938, cuando Orson Welles en la CBS realizó una narración radiofónica adaptada de “La Guerra de los Mundos”. El hecho fue famoso porque además ocurrió como el primer fenómeno de Zapping colectivo.

1938 fue un año excepcional, no solo ocurrió la primera publicación de Superman, sino que además se logró la fusión del átomo, haciendo reales las teorías de Einstein y comenzando la era de la energía atómica; se consolidó el ascenso total al poder del partido Nazi y Hitler. Todo esto provocó que la audiencia se enfocará en buscar algo agradable para oír en el radio y coincidió que el 30 de octubre, el programa radial de variedades con más popularidad del momento no fue transmitido de manera regular y la gente comenzó casi de manera simultánea (en el primer fenómeno masivo de Zapping), a buscar por algo más que oír, y se toparon con la transmisión de Wells y su lectura de “La guerra de los mundos”, la cual estaba narrado a manera de noticias reales,  lo que le dio aire de veracidad, y generó un efecto de histeria colectiva al hacer pensar a la audiencia que los Estados Unidos estaban siendo realmente invadidos por seres de Marte.

La televisión no se quedó atrás, y aprovechando esta nueva tendencia popular para atraer audiencias jóvenes principalmente, y en 1959 se lanzó un programa llamado “The Twiling Zone” que se convirtió en un éxito rotundo desde los primeros capítulos. Tras este éxito  en 1966 la NBC lanzó la primera serie de una hora basada 100% en ciencia ficción y que en los siguientes 3 años que duró la serie, generó una de las sagas más exitosas de la historia, “Star Trek”.

Además de ser una de las primeras series de Ciencia Ficción con premoniciones tecnológicas, como los comunicadores personales, la comunicación inalámbrica, los viajes espaciales, y que fueron parte de los gadgets que marcaron a una generación en más de un sentido, otro aspecto fundamental de la serie, era el social, pues mostraba una sociedad integrada de diversas razas y especies de manera cordial, mostrando incluso el primer beso interracial en la pantalla, e inspirando a muchas otras personas a ver las dinámicas sociales de manera distinta, como era el tener a un primer oficial no humano, o a una oficial mujer negra o un ingeniero ruso como parte de la tripulación. Lo que en medio de la guerra fría, o las declaraciones de los derechos civiles para las personas de raza negra, representó una situación retadora para las audiencias en más de un sentido.

Esta serie generó además un fenómeno nuevo que perdura hasta el día de hoy en diversos medios, un grupo de aficionados que incluso se comenzaron a autonombrar “Trekies”, dando paso al primer grupo formal de una subcultura popular. Fenómeno que se ha trasladado a otras sagas o empresas, como son los "Waries" (fanáticos de Star Wars) o los "marvelitas" y "DC-itas" nombrados así por las empresas de comics de las cuales son fanaticos.

Pero los dispositivos mostrados en Star Trek no fueron los primeros vaticinados por la Ciencia Ficción:
  • El radar explicado por la revista “Modern Electrics” en 1912
  • Los misiles en series como Flash Gordon
  • Naves voladoras, las guerras biológica y química  de “La Guerra de Los Mundos
  • Submarinos de guerra, pistolas eléctricas o viajes espaciales de Julio Verne
  • Robots como "Maria" de “Metrópolis
  • Inteligencia artificial como Hall-9000 en “2001 Odisea del Espacio” y las novelas de Asimov
  • TV a color y diversas armas de sonido, luz o electricidad en las revistas de superhéroes de los 30 y 40’s
  • Las pantallas planas, casas inteligentes, videoconferencias y teléfonos de pulsera con video de "The Jetsons" o “Los Supersónicos”
  • Los hologramas de “Star Wars”
  • Los humanos aumentados (cyborgs) en “The Six Million Dollar Man” y “The Bionic Woman
  • La realidad virtual y aumentada como se muestra en "Matrix"
  • Submarinos Nucleares de "Voyage to the botton of the sea"
  • Tabletas de control y la comida deshidratada y las impresiones 3D que se mostraban en "Star Trek The Next Generation"
  • Vehículos autónomos como “Knigth Driver” o "Kit, el auto fantástico" como le llamamos en México
  • Clones, internet, energía nuclear, los viajes espaciales, nanobots, drones, y demás artefactos de espías...
Son solo algunos de los ejemplos de tecnología que nació en la ciencia ficción y que hoy ya son una realidad, muchas veces incluso rebasada…

Es imposible determinar en qué grado los niños que vieron esas series y que al crecer se convirtieron en ingenieros, fueron influenciados para desarrollar toda la tecnología que imaginaron mientras crecían, y en qué forma todos los inventos y desarrollos actuales, siguen influenciando a los distintos creativos a imaginar historias fantásticas, que siguen influenciando a los ingenieros y visionarios de las próximas generaciones.

Tecnologías como la teletransportación, viajes en el tiempo, invisibilidad, máquinas que puedan pensar o sentir como humanos o incluso no sepan si son humanos o máquinas (como en “Blade runner”), viajes turísticos espaciales, memorias implantadas (como en "Total recall"), ADN como almacenamiento, clonación y crecimiento acelerado, son tecnologías que hoy aún pueden parecer ficción, pero que no habrá que esperar mucho para que en mayor o menor medida sean realidad, y la forma en que estas cambiaran al mundo como lo han hecho todos los avances tecnológicos de los últimos 40 años, dependerá de la forma en que se desarrollen conceptos como ética digital, educación digital, sociedades realmente incluyentes, que nos permitan no solo evolucionar tecnológicamente, sino que además seamos mucho más inteligentes para usar y aprovechar sabiamente esas nuevas herramientas.

La ciencia Ficción es el género literario que nos ha enseñado una y otra vez, que el cambio es la constante. "Que lo que es hoy, no lo será mañana, y que lo que es hoy, ni siquiera es lo que debería ser"… Lo que mejor describe la Ciencia ficción, no es la tecnología o el futurismo que tan seductor resulta a la imaginación colectiva, sino la esencia de la condición humana, y los riesgos que implica el tener acceso a nuevas formas de llevarnos al siguiente paso de nuestra propia evolución.


La relación con nuestras herramientas debe ser tan controlada que nos permita aprovecharlas en nuestro beneficio, por lo que debemos evitar ser víctimas de ellas, y caer por error en la confirmación lo que han predicho tantas historias de ciencia ficción: Que la evolución humana es el proceso de invención de mecanismos más sofisticados para autodestruirnos, o que incluso, seamos prisioneros de nuestras propias herramientas, como tantas historias fantásticas de futuros distópicos o mundos apocalípticos nos han advertido.

“Son las preguntas que no podemos responder las que nos enseñan más. Nos enseñan cómo pensar. Si le das a un hombre una respuesta, lo único que gana es un pequeño hecho. Pero dale una pregunta y buscará sus propias respuestas.” Frank Herbert, “Dune“


*Fuente: Documental "Historia de la Ciencia Ficción" de la BBC para History Channel, Profetas de la ciencia ficción 

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