¿Cuál es la ruta a seguir rumbo a la Web Semántica?


En los últimos años y más frecuentemente en los últimos meses se ha hecho cada vez más común el escuchar el término “Web 3.0” o “Web Semántica” y su designación como el futuro inmediato en la línea evolutiva del internet. La gran mayoría hemos oído o leído diversas explicaciones de lo que es y de cómo funciona, pero en realidad muy poco se ha dicho sobre lo que debemos hacer para poder cambiar los modelos de desarrollo, trabajo y de negocio que tenemos actualmente; de forma que se puedan adaptar hacia nuevos paradigmas que contemplen a esta Semántica como parte del plano de trabajo diario en la Web, y si es que debemos hacerlo o por que habríamos de hacerlo. A riesgo de ser reiterativo y solo para aquellos que aún no estén familiarizados con el término, hagamos un rápido repaso de lo que se dice sobre la Web Semántica.

Se denomina Web Semántica a los portales y aplicaciones de internet, que manejan y exponen información con un grupo de propiedades tales que permiten agrupar en clases y categorías a cada elemento de información contenida en ellos, así como una descripción de las interrelaciones entre esas propiedades y clases y por supuesto las condiciones para poder consultar y utilizar dicha información, ya no como coincidencias de texto, sino como consultas por conceptos, tal y como haríamos al preguntar entre personas. Por supuesto recuerde que nuestros lenguajes tienen reglas diversas que permiten que podamos estructurar y transmitir adecuadamente esos conceptos mediante mensajes y conversaciones, por lo que de igual manera se debe desarrollar una especie de lenguaje que sea compartido entre todos los sistemas que utilicen los modelos semánticos de forma que podamos definir las reglas genéricas para establecer adecuadamente esa comunicación.

Es tan solo disponer la forma para resolver problemas bien definidos, a través de operaciones bien definidas que se llevarán a cabo sobre datos existentes bien definidos. Para ello han surgido algunos estándares que permiten establecer la forma de describir los tipos de elementos de información, y posteriormente establecer las reglas de relacionarlos, para consultarlos después y usarlos adecuadamente. Para obtener esa adecuada definición de los datos, la Web Semántica utiliza esencialmente los estándares RDF, SPARQL, y OWL, establecidos por el organismo internacional denominado W3C y que son mecanismos que ayudan a convertir la Web en una infraestructura global en la que es posible compartir, y reutilizar datos y documentos entre diferentes aplicaciones y usuarios.
Una vez que hemos revisado a que nos referimos de manera genérica cuando hablamos de Web Semántica, pasemos a algunos de los planteamientos que quizás sean más importantes para cualquier dueño de un sitio en Internet que considere importante o necesario hacer el cambio de modelo en su sitio www:
  • ¿Cómo Implementar la Semántica?
  • ¿En verdad debería hacerse?
  • ¿Qué beneficios tendría el hacerlo?
  • ¿Qué desventajas habría si no se convierte?
  • ¿Qué objetivos deben fijarse en el proceso de convertir un sitio actual a uno semántico?
  • ¿Qué costos económicos, recursos humanos, tecnología, capacitación, infraestructura, software, etc. deben cubrirse para lograr tener y operar un sitio semántico?
  • ¿Cuándo debería estar listo ese sitio?

Puede parecer que son muchas preguntas; y por supuesto no pretendemos tener las respuestas a todas ellas en este artículo, pues algunas son demasiado específicas a cada caso particular y deben considerarse en esa dimensión. Pero lo importante de ellas es que si revisa con cuidado se dará cuenta que todas implican un análisis serio, claro y puntual de la forma en que evaluamos el futuro de la dinámica social, económica y política del desarrollo de nuestro entorno, y por supuesto de diversas implicaciones para el futuro de la forma en que cada empresa, institución o persona ve, atiende y se sirve de su sitio web.

Para tratar de tener algunos elementos que le permitan inferir las respuestas para su propio caso particular revisemos como ejemplo un fenómeno reciente que cambio la dinámica del mundo recientemente. Pensemos en la forma como los dispositivos móviles en tan solo cinco años cambiaron radicalmente la dinámica de nuestro quehacer diario y de cómo han modificado la dinámica social, de negocios, diversión, viajes, etc. de hoy día. Sin mencionar a su principal cómplice en este proceso: las redes sociales. Las cuales al principio fueron menospreciadas por muchos por considerarlas “cosas de jóvenes para perder el tiempo” y que sin embargo hoy día son una de las principales estrategias que debemos cuidar tanto para aspectos comerciales, de gobierno, o incluso personales, o cualquier otra cosa que nos propongamos. Y todos los que hace cinco años previeron que sería un fenómeno inmenso y que habría una gran oportunidad de mercado totalmente desatendida y que apostaron a los dispositivos y aplicaciones móviles, hoy son dueños de una gran porción de su nicho de mercado. Y todos los demás, tratamos de incorporarnos de una forma u otra a esa dinámica que ya dejo de ser oportunidad, al menos en su modelo inicial, pues aún existen muchas pautas que se pueden explorar y explotar. Entonces cabría preguntarnos si nos encontramos en este momento en una situación similar, evaluando la posibilidad de apostar o no a este cambio que comienza a vislumbrarse en la forma de construir sitios Web.

Al igual que como ocurrió con los dispositivos móviles y las redes sociales, la Web Semántica, a pesar de ser modelos con muchos años en debate en los círculos de investigadores y académicos entre otros, en el plano público en general comienzan apenas a hacerse presentes y son por tanto consideradas por muchos como la oportunidad de abrir nuevas líneas de mercado. La Web Semántica no es una nueva tecnología realmente en el sentido de que vayan a cambiar los paradigmas establecidos hoy, sino que los ampliara para llevarlos a nuevos límites.

Imagine que la movilidad que tiene hoy día y las aplicaciones relacionadas de repente comiencen a compartir de manera abierta y en tiempo real información con distintas instituciones, comercios, personas y le permita que durante su trayecto del trabajo a casa recibir avisos sobre ofertas de distintas clases, pero todas adecuadas a sus intereses, gustos, niveles y tendencias de consumo o diversión, o que se encuentre realizando un trámite y sea su aplicación la que le indique si es necesario realizar más tramites en otros lados, que requisitos debe cumplir y si tuviera que hacer algún pago y que en realidad pueda hacerlos todos desde su auto o domicilio por ejemplo (si esto puede hacerlo ya hoy, pero solo hasta cierto nivel y aún no se comparte entre dos o más dependencias al mismo tiempo).

Imagine que las relaciones laborales sean más dinámicas por encontrar coincidencias en quien vende, quien compra, busca empleo, ofrece sus capacidades, o tiene los mismos intereses. Piense como podría ayudar a sus hijos con las tareas preguntando por los conceptos completos y no buscar termino por término como hace hoy, ahorrando horas de consulta en infinidad de sitios Web, y sin la certeza de que está obteniendo realmente lo que necesita su hijo para llevar a su maestra, y sin mencionar la faena de integrar todo y hacerlo consistente. ¿Qué pasaría si pudiera disponer de la información fuente de cualquier dependencia para realizar cualquier consulta? y además armar cuadros completos de relaciones entre servicios, tramites, reclamaciones, denuncias, etc. para atender a un requerimiento personal, o quizás desarrollar alguna app que brinde un servicio a la comunidad y generar así una oportunidad de negocio. Solo por mencionar algunos ejemplos.

En realidad solo la imaginación puede decirnos por ahora cuáles serán las distintas líneas de negocio que pueden surgir con la llegada de la Web Semántica, pues abren toda una gama de posibilidades distintas para todos los sectores del quehacer humano. Lo principal es que debe considerar hacer el paso de sus sitios y sistemas a Web Semántica y a considerar el uso y exposición de datos de forma semántica (guardando la debida precaución sobre información confidencial o estratégica y sus debidas medidas de seguridad general), de forma que pueda brindar a sus clientes, usuarios y aliados mejores opciones de interacción.

Al final de estas reflexiones la pregunta inicial ¿Cuál es la ruta que debe seguirse para llegar a tener un sitio Web que sea considerado Semántico? es y seguirá siendo válida, pero espero que con todo lo que hemos mencionado tenga los elementos necesarios para considerar que actividades deberá hacer y principalmente evaluar si es factible, posible y conveniente para su sitio Web el convertirse y cuál sería el mejor momento para hacerlo. Con lo que ahora surge en consecuencia una segunda pregunta en el escenario: ¿Quién puede ayudar a lograrlo? Aunque en la práctica son muy pocos los profesionales que pueden considerarse como expertos realmente en el tema, afortunadamente las universidades han comenzado a darse cuenta de la necesidad de formar a sus alumnos en estas nuevas tareas que les serán requeridas y formar a los próximos Científicos de Datos que permitan la construcción de los modelos y relación de información por contextos (ontologías) que son básicos para la construcción e implementación en portales y aplicaciones.

Mientras tanto es posible acercarse a las Universidades públicas que ya contengan algún programa académico al respecto (principalmente y más avanzados en Maestrías y Doctorados y algunos esfuerzos iniciales para nivel Licenciatura) o a los centros de investigación que están desarrollando proyectos con soluciones diversas al respecto, como ocurre en el INFOTEC, un centro CONACYT en donde se ha liberado además de herramientas, sistemas de cómputo y modelos de desarrollo semántico, un programa de certificaciones para formar profesionistas en el uso de herramientas con enfoque semántico además de contar con diversos consultores, programadores y demás especialistas que pueden apoyarle en desarrollar esas soluciones.

Al final la decisión sobre migrar un sitio Web construido con el enfoque tradicional de los últimos años, hacia uno que implemente en menor o mayor medida no solo la incorporación de significado a sus elementos de información y principalmente de cuando hacerlo, dependerá solo de las necesidades directas de cada sitio Web que se esté manejando y de las consideraciones de su planeación estratégica para los próximos 5 años. El tener por delante un Océano Azul pleno de posibilidades o quedarse luchado por no ahogarse en un mar rojo de la sangre de empresas que no opten por el cambio, igual que ha ocurrido con tantos modelos que en el tiempo probaron ser disruptores de paradigmas de su momento y a los cuales no les apostaron empresas que con el tiempo desaparecieron por no adaptarse a la cambiante dinámica social, dependerá solo de la visión de negocios que cada dueño de un portal posea.

Mire cinco años atrás, analice los paradigmas de aquel momento, después observe la realidad y tendencias actuales y piense en la decisión sobre en donde desea encontrarse en cinco años adelante…

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